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7 posibles aplicaciones agronómicas de los datos de conductividad eléctrica del suelo

Desde el muestreo hasta la gestión, son numerosas las ventajas del uso de la conductividad eléctrica del suelo en la agricultura

 

7 posibles aplicaciones agronómicas de los datos de conductividad eléctrica del suelo

Todo agrónomo busca entender el suelo de su finca o de las fincas de los clientes de la consultoría agronómica que presta. Es esta comprensión que posibilita proponer el mejor manejo y obtener los mejores resultados del trabajo.

Si buscas información agronómica que considere la variabilidad del suelo, como el tipo, la textura, el contenido de materia orgánica o la humedad, la conductividad eléctrica del suelo proporciona datos muy importantes para la toma de decisiones agronómicas.

La conductividad eléctrica ayuda a identificar las transiciones entre diferentes tipos de suelo dentro de una misma área. Es una información valiosísima para quienes desean tener un mapa preciso de la variabilidad del suelo.

Con la información sobre la conductividad eléctrica y la variabilidad del suelo, el agrónomo puede realizar otros estudios para identificar por qué el suelo varía de una área a otra, ya sea en textura (más arenosa o arcillosa) o humedad, por ejemplo.

Para que comprendas mejor el potencial de la medición de la conductividad eléctrica del suelo en la agricultura de precisión, hemos preparado más uno artículo en el Blog de Falker.

Aquí, detallaremos siete posibles aplicaciones de la conductividad eléctrica del suelo en la agricultura:

1 – Muestreo de suelo inteligente

2 – Aceleración del conocimiento en áreas nuevas

3 – Clasificación de suelos

4 – Apoyo en la definición de zonas de manejo

5 – Mapeo de disponibilidad de agua en el suelo

6 – Experimentación on-farm

7 – Interpolaciones multivariadas

¡Buena lectura!

1 – Muestreo de suelo inteligente

Los datos de conductividad eléctrica del suelo - o, en términos técnicos, conductividad eléctrica aparente del suelo (CEa) - indican regiones del suelo con características físico-químicas similares.

Así, con un mapa de conductividad eléctrica que muestra la variabilidad del suelo de forma georreferenciada, el consultor agronómico puede dirigir los muestreos para descubrir las características físico-químicas del suelo que hacen que una región sea diferente de otra.

¿Cómo funciona este muestreo inteligente? En lugar de realizar el muestreo regular según la grilla normal - es decir, en cuadrículas -, las muestras y submuestras se recogen en las diferentes regiones señaladas por las "manchas" del mapa de conductividad.

Así, en regiones donde el mapa de conductividad eléctrica indica una mayor variabilidad de suelo, es posible asignar más muestras para identificar las razones. Mientras en regiones más homogéneas, la cantidad de muestras puede reducirse, optimizando el muestreo de suelo.

Es decir, a través de la conductividad eléctrica del suelo es posible obtener un mapa de muestreo mejor invirtiendo lo mismo - o incluso menos, dependiendo del resultado - que realizando muestreos de suelo y análisis de laboratorio. Esto porque, con la orientación proporcionada por la conductividad, el consultor agronómico puede conocer mejor la variabilidad del suelo.

2 – Aceleración del conocimiento en áreas nuevas

Existe otro uso interesante de los datos de conductividad eléctrica del suelo: cuando el agricultor compra o arrienda una nueva área para el cultivo; o cuando el consultor agronómico es contratado para trabajar en una finca que no atendía anteriormente y no dispone de ningún dato como textura o informes de fertilidad de años anteriores.

En estos casos, la conductividad eléctrica puede ser una gran aliada para dirigir rápidamente el muestreo para acelerar el reconocimiento de la variabilidad del suelo.

Como mencionado en el capítulo anterior sobre el muestreo de suelo inteligente, la evaluación de la conductividad eléctrica permite que el productor o agrónomo dirija los muestreos desde las manchas de suelo presentadas en el mapa de conductividad, ganando tiempo y eficiencia para la evaluación acertada del suelo.

 

3 – Clasificación de suelos

Los datos de conductividad eléctrica también pueden presentar correlación con la variación en las propiedades físicas y químicas del suelo. Por lo tanto, se puede utilizar la conductividad eléctrica para el levantamiento edafológico que clasifica los suelos.

Es importante destacar que la conductividad eléctrica del suelo no reemplaza el trabajo del edafólogo, pero puede ayudar mucho en la clasificación de suelos, optimizando el levantamiento de información.

Así, basándose en el análisis de los datos de conductividad eléctrica, comienzan a identificarse patrones de variación espacial de las propiedades del suelo. Las áreas con patrones de conductividad eléctrica similares pueden indicar características edafológicas comunes.

Mediante la identificación de patrones de variación espacial, es posible mapear diferentes zonas con características de conductividad eléctrica similares, pudiendo orientar la clasificación edafológica.

Para validar el mapeo, las muestras recolectadas en campo se someten a análisis laboratoriales detallados. A partir de los resultados, el mapa de tipos de suelo se refina para representar la realidad del terreno con mayor precisión.

El mapa final ofrece informaciones valiosas para la gestión agrícola, permitiendo que los agricultores adapten las prácticas según los diferentes tipos de suelo de la  tierra. Así, hay un enfoque más dirigido y eficaz para la gestión agronómica, promoviendo la sostenibilidad y la eficiencia de la producción.

 

4 – Apoyo en la definición de zonas de manejo

Una de las aplicaciones más difundidas de la conductividad eléctrica del suelo es el uso en la determinación de zonas de manejo o zonas homogéneas, también conocidas como Unidades de Gestión Diferenciadas (UGD).

En este caso, los datos de la conductividad eléctrica se asocian con otros datos del suelo - como la materia orgánica y el contenido de arcill -  y con datos de productividad de tres años diferentes para ser sometidos a un análisis de agrupamiento (cluster) y definir las diferentes zonas de manejo.

Pero ¿qué capas de información son necesarias para la definición de las zonas de manejo? La respuesta a esta pregunta requeriría una publicación propia en el blog, pero es importante destacar que la conductividad eléctrica tiene una gran correlación con la textura y la materia orgánica. Entonces, en el ejemplo anterior, seleccionar solamente tres capas de datos del suelo no sería lo más adecuado.

Lo más apropiado sería agregar también otros datos que no tienen una correlación directa con la conductividad eléctrica del suelo, como el NDVI, el mapa de cosecha u otro.

Lo importante para la definición de las zonas de manejo es que los datos de la conductividad eléctrica se agrupen con otras informaciones del suelo y de la productividad. Así, se pueden crear mapas agronómicos de alta densidad de datos, capaces de expresar la variabilidad del suelo con máxima precisión y, entonces, tratar adecuadamente cada región productiva de la labranza.

 

5 – Mapeo de disponibilidad de agua en el suelo

Otra posibilidad de uso de la conductividad eléctrica en la agricultura es el mapeo de la capacidad del suelo para retener agua; es decir, mapear la disponibilidad de agua en el suelo - una información fundamental para dos tipos de manejo: la aplicación de tasa variada de semillas y la irrigación de precisión.

La aplicación de la tasa variada de semillas es fuertemente influenciada por la cantidad del agua en el suelo, por la previsibilidad de lluvias durante la temporada y por la capacidad del suelo para retener agua durante el desarrollo del cultivo.

Por ejemplo, en regiones con suelos arenosos con previsión de sequía - dependiendo del cultivo - es recomendable utilizar una densidad menor de semillas para que las plantas no compitan entre sí por la escasa agua disponible.

A su vez, la irrigación de precisión tiene como objetivo suministrar agua al cultivo adecuadamente y en la cantidad correcta, evitando pérdidas y desperdicios.

Las grandes manchas en el suelo señaladas por la conductividad eléctrica, mostrando si hay más arcilla o más arena, interfieren en la recomendación de la lámina de agua para la irrigación.

Así, la variación geoespacial de la conductividad eléctrica surge como un indicador valioso para mapear la diversidad del suelo en diferentes puntos de la labranza. Esta información es útil por sí sola, pero también resulta ser una herramienta valiosa para que el agrónomo decida dónde implantar sensores destinados a medir la humedad del suelo y dirigir la irrigación.

Otra cuestión importante es que los suelos que presentan problemas de compactación tienen alterada su dinámica de agua, ya que un suelo bien estructurado tiene mayor porosidad total y mayor capacidad de retención de agua que un suelo compactado.

6 – Experimentación on-farm

La experimentación on-farm (experimentación en la finca) es otra aplicación de la conductividad eléctrica del suelo en la agricultura. Se trata de un estudio realizado en una finca de producción agrícola para los intereses propios de la propiedad o para respaldar investigaciones científicas más amplias en la agronomía.

La experimentación on-farm es una estrategia que está ganando espacio en la agricultura de precisión. Es realizada en el área de producción mientras se desarrolla el cultivo, sin alterar la rutina de la propiedad. El objetivo es obtener respuestas rápidas y recomendaciones adecuadas al proceso productivo de la finca en la que se realiza el estudio, la región o incluso el cultivo en su conjunto.

La experimentación on-farm examina el desempeño del manejo propuesto. Es realizada a partir de la aplicación de una recomendación en algunas parcelas de la labranza, seguida de la observación del desarrollo del cultivo. Con base en la respuesta de las plantas, el agrónomo puede extraer conclusiones sobre el mejor manejo para el resto de la labranza en esta temporada o incluso en futuras cosechas.

Un ejemplo ilustrativo es la creación de franjas experimentales ricas en nitrógeno en una sección de la labranza, en la cual la conductividad eléctrica del suelo es crucial para definir la ubicación de la aplicación.

La elección se orienta hacia regiones con conductividades variables, lo que indica una mayor heterogeneidad en el suelo. Esto permite un conocimiento más profundo de la reacción de las plantas a la aplicación de nitrógeno.

En lugar de una gran franja experimental, otra aplicación de la conductividad eléctrica es crear pequeñas parcelas experimentales en regiones con diferentes mediciones de conductividad. Esto puede indicar que el suelo sea más arenoso, lo que a su vez puede sugerir la posibilidad de un menor potencial productivo ante una sequía.

En estas parcelas se aplica entonces una dosis de fertilización rica y luego se compara el resultado con otras parcelas experimentales asignadas en áreas con mayor conductividad eléctrica. A partir de ahí, el agrónomo o el productor tienen la posibilidad de tomar decisiones acertadas sobre el mejor manejo para cada área.

7 – Interpolaciones multivariadas

Además permitir un muestreo inteligente, dirigido y rápido, los datos de la conductividad eléctrica también pueden servir como una variable adicional para la interpolación de los datos de recolección de suelo.

Funciona de la siguiente manera: el consultor realiza el muestreo a partir de una grilla regular o un muestreo inteligente de los áreas y agrega la información obtenida por el sensor de conductividad eléctrica del suelo, que es mucho más densa; luego utiliza un método de interpolación o predicción espacial - ya sea la kriging simple, la kriging ordinaria, la cokriging u otro - con el objetivo de mejorar el resultado del mapeo del suelo.

Así, el agrónomo y el productor tendrán informaciones más precisas sobre las condiciones del suelo y reunirán mejores condiciones para prever el manejo y la productividad en cada sector de la labranza a lo largo de las cosechas, ya que los datos de la conductividad eléctrica del suelo no sufren cambios considerablemente con el paso de los años.

¿Ves? Son muchas las posibilidades de aplicación de la conductividad eléctrica del suelo en la agricultura. Además, agregar este dato al análisis de agricultura de precisión valora enormemente el trabajo del agrónomo que busca destacarse en el mercado de consultoría agronómica. 

Por eso, conoce al Terram, el mejor medidor de conductividad eléctrica del suelo. Es un equipo investigado, planificado, probado y desarrollado por el equipo de I+D de Falker para agrónomos, fincas y para la agricultura de precisión.